El piloto finlandés Toni Gardemeister, del equipo Suzuki World Rally Team, se vio obligado a pasar todo el lunes pasado en una autoescuela de la ciudad japonesa de Sapporo después de que un problema con su licencia de conducir internacional le obligara a sacarse otra adicional en tierras niponas para poder competir en el Rally de Japón.
La licencia de Gardemeister, que fue emitida en Mónaco, no es válida en Japón según las autoridades del país asiático, que se negaron a dejar correr al piloto escandinavo en territorio nipón si no presentaba otra.Así las cosas, el piloto de Suzuki tuvo que renunciar a la jornada de descanso que había planeado para el pasado lunes 27 de octubre y acudir a una autoescuela local y poder solucionar el entuerto. “Por la mañana tuve que ir para recibir algunas clases y, tras eso, hice un examen teórico, me revisaron la vista y pude salir a hacer prácticas con un instructor,” explicó Gardemeister.
Sin saltarse las normas “El examen práctico fue bastante raro porque me tocó hacerlo con un Nissan o Toyota, no estoy seguro de cuál, grande y antiguo y, aunque el instructor sabía que soy piloto de rallies, se encargó de seguir las normas a rajatabla. Me llevó todo el día sacarme el carné, unas ocho horas, pero lo aprobé. Ahora tengo una licencia japonesa de tres años de duración”, matizó el finlandés, que lleva siendo piloto del WRC desde 1996. Además, como todo conductor que se acaba de sacar el carné, Gardemeister deberá llevar una pegatina especial en la ventana trasera de su SX4 WRC durante todo el Rally de Japón.
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La licencia de Gardemeister, que fue emitida en Mónaco, no es válida en Japón según las autoridades del país asiático, que se negaron a dejar correr al piloto escandinavo en territorio nipón si no presentaba otra.Así las cosas, el piloto de Suzuki tuvo que renunciar a la jornada de descanso que había planeado para el pasado lunes 27 de octubre y acudir a una autoescuela local y poder solucionar el entuerto. “Por la mañana tuve que ir para recibir algunas clases y, tras eso, hice un examen teórico, me revisaron la vista y pude salir a hacer prácticas con un instructor,” explicó Gardemeister.Sin saltarse las normas “El examen práctico fue bastante raro porque me tocó hacerlo con un Nissan o Toyota, no estoy seguro de cuál, grande y antiguo y, aunque el instructor sabía que soy piloto de rallies, se encargó de seguir las normas a rajatabla. Me llevó todo el día sacarme el carné, unas ocho horas, pero lo aprobé. Ahora tengo una licencia japonesa de tres años de duración”, matizó el finlandés, que lleva siendo piloto del WRC desde 1996. Además, como todo conductor que se acaba de sacar el carné, Gardemeister deberá llevar una pegatina especial en la ventana trasera de su SX4 WRC durante todo el Rally de Japón.
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