31 dic 2008

La hora del diésel

Antes del Dakar 2004, Vokswagen se fijó un desafío tecnológico ambicioso: intentar competir contra Mitsubishi en su terreno, con la dificultad añadida de participar con un vehículo diesel, que se podría convertir en el primero de su género en imponerse en el Dakar. Aunque el Race Touareg no ha desmerecido en su trayectoria global, con dos podios (Kleinschmidt, 3ª en 2005; De Villiers, 2º en 2006), así como un total de 21 victorias en especiales, no ha cumplido aún su misión principal. Queda el amargo recuerdo de la edición de 2007, en la que Carlos Sainz, primero, y Giniel De Villiers, después, parecían dominar plenamente la carrera cuando se produjo un fatídico fallo mecánico en pleno corazón de Mauritania. Esto solo sirve para aumentar la sed de revancha, y por lo tanto la motivación, de los pilotos de la empresa alemana. VW partirá nuevamente en pos de la victoria en las pistas de Sudamérica con Sainz y De Villiers al frente, sin olvidar tampoco a Mark Miller, 4º en 2007, ni a Dieter Depping.

Para Mitsubishi, que ha logrado controlar todas las situaciones y sumar siete victorias desde 2001, la opción por el diesel supone igualmente una revolución. Tras 20 años de fiel y leal servicio, se ha guardado el Montero en el garaje para dar paso al Lancer, al que los técnicos japoneses desean el mismo éxito. Para su gran estreno en el Dakar, se confía el nuevo prototipo, como es natural, al hombre que ha batido todos los récords, Stéphane Peterhansel, campeón vigente y, ante todo, ganador de nueve Dakar. La marca de los diamantes cuenta igualmente con Luc Alphand, Joan “Nani” Roma o Hiroshi Masuoka para perpetuar su dominio.

El duelo entre “azules” y “rojos” podrá verse moderado por serios outsiders del equipo BMW X-Raid. Nasser Al Attiyah, que se quedó fuera del podio en 2007 cuando se le impuso una penalización aplicada con demora, ha demostrado esta temporada una regularidad superior a la que se le otorga habitualmente, y Guerlain Chicherit parece haberse recuperado plenamente de la espectacular salida de pista que puso fin a su participación en el rally en 2007. El estadounidense Robby Gordon, a falta de gozar del favor de los pronósticos, se ha autoproclamado aspirante a la victoria final y representa probablemente la única alternativa al diesel, al volante de su impresionante Hummer.

Tras la élite, se disputa otra carrera, entre los vehículos inscritos en la categoría Producción. Con limitaciones reglamentarias que les obliga a conservar una mecánica cercana a los vehículos de serie, los pronósticos para la clasificación permanecen generalmente abiertos y la pugna continúa hasta los últimos días. En las tres ediciones anteriores, Toyota ha colocado uno de sus vehículos a la cabeza. Jun Mitsuhashi, vigente campeón, tendrá que vigilar de cerca a sus compañeros de escudería, Ronan Chabot y Nicolas Gibon, pero también a sus rivales en Nissan, como por ejemplo Jean-Pierre Strugo.

1 comentario:

Daniel dijo...

Sainz, es un gran piloto, pero un poco"pijo". Feliz Año 2009.